El famoso amparo no se trata de una chicanada legal de los López Beltrán, sino más bien una maniobra periodística cuestionable impulsada por Carlos Loret de Mola y su equipo, sin un proceso judicial abierto que involucre directamente a los hijos de Andrés Manuel López Obrador.
Un tercero promovió el amparo sin firmarlo ni aparentemente contar con el consentimiento de los López Beltrán, lo cual es legalmente posible en casos de actos graves que amenacen derechos fundamentales, según el artículo 15 de la Ley de Amparo.
El juez debe suspender cualquier acción e investigar para confirmar si la persona afectada ratifica o no la demanda.
La situación refleja más una confusión mediática —una “chingadera”— que una estrategia jurídica real.
Andy López Beltrán negó haber tramitado el amparo, calificándolo de "montaje" y denunciando acciones de adversarios.
Carlos Moret de Mola y Claudio Ochoa trabajan para Medios asociados con Roberto Madrazo, lo que alimenta críticas sobre motivaciones políticas.
